¡FELIZ DÍA DE MADRE!
Ya este domingo el 14 de Mayo en honor de las mujeres de más trabajadores del planeta, deberían descansar y disfrutar todo el día. Aquí, hablamos de los granos durante el embarazo y el otro que nadie había hablado: acrocordones.
Lo que sucede es que las glándulas sebáceas producen unas secreciones excesivas que, combinadas con células muertas de la piel, bloquean el folículo piloso. Bajo el poro taponado se producen secreciones de grasa que proveen un entorno perfecto para la bacteria epidérmica Propionibacterium acnes, que produce una infección en el poro que excretará pus, provocando que el acné se multiplique. En respuesta, la piel se inflama produciendo la lesión visible. Estos granitos en la piel afectan a un gran número de seres humanos en algún momento de su vida, como durante el embarazo.
Ya este domingo el 14 de Mayo en honor de las mujeres de más trabajadores del planeta, deberían descansar y disfrutar todo el día. Aquí, hablamos de los granos durante el embarazo y el otro que nadie había hablado: acrocordones.
1. LOS GRANOS EN EL EMBRAZO
Los granitos aparecen sobre todo en la cara, pero también es posible que hagan presencia en el pecho, los hombros, la espalda... Cualquier persona puede padecerlo, pero las mujeres que han sufrido de acné durante sus periodos menstruales son las más propensas a experimentar este brote de acné durante el embarazo.
Entre los cambios más frecuentes de la piel durante la gestación se encuentra la aparición o acentuación del acné en el primer trimestre de embarazo, aunque en determinados casos el aspecto de la piel también puede mejorar. Por suerte, este trastorno cutáneo suele desaparecer poco después del parto.
El acné es una enfermedad inflamatoria de la piel que es causada por una infección bacteriana. Está debida a cambios de las unidades pilosebáceas, las estructuras de la piel consistentes en un folículo piloso y la glándula sebácea asociada.
Consejos para prevenir el acné durante el embarazo
No obstante, sí hay ciertas recomendaciones que podemos seguir para ayudar a mantener el rostro libre de espinillas, o mejorar su aspecto y prevenir la aparición de otros problemas de la piel.
- Lavar a menudo el rostro y las zonas de la piel que más pueden verse afectadas. La acumulación de células muertas de la piel es una de las causas del acné, de modo que habremos de mantener la piel limpia. Son imprescindibles dos buenos lavados, por la mañana y antes de acostarse, con un jabón depurativo libre de aceites para no elevar el nivel graso de la piel.
- En relación al punto anterior, hay que desmaquillarse bien antes de ir a dormir. Las impurezas incrustadas y los poros taponados durante muchas horas, por la noche cuando la piel es capaz de oxigenarse mejor, es perjudicial.
- No obstante, en la medida de lo posible conviene prescindir de maquillaje que tapone los poros del cutis durante el día. En cualquier caso es conveniente utilizar crema hidratante y maquillajes aptos para pieles grasas.
- El protector solar que utilicemos durante el embarazo debe ser específico para pieles sensibles y que no contenga PABA (ácido paraaminobenzoico, una sustancia que conviene evitar en los productos fotoprotectores para embarazadas y lactantes).
- Beber mucha agua es imprescindible para mantener una correcta hidratación durante el embarazo, irrescindible para la salud de la madre y el feto, y minimizar los problemas cutáneos de ésta.
- No hay que tocarse las espinillas porque empeora su aspecto, podríamos esparcir la bacteria que las provoca y pueden infectarse. Algunas personas recurren a ese “vicio” debido a nervios, estrés, ansiedad… lo cual puede ser frecuente en el embarazo, pero son estados que debemos evitar, empleando técnicas de relajación por ejemplo, o haciendo ejercicio… Además, pensemos que el estrés es una de las posibles causas del acné, y que tampoco es beneficioso para el bebé.
En definitiva, una correcta hidratación y un especial cuidado de la piel del rostro ayudará a controlar el acné durante el embarazo. Además, pensemos que en pocos meses lo más probable es que el estado de la piel vuelva a su estado habitual, excepto por alguna otra ojera que ya tendrá un motivo diferente.
2. LOS ACROCORDONES EN EL EMBARAZO
Puede que debido al aumento de estrógenos durante el embarazo, a la mujer le salgan lo que comúnmente conocemos como verrugas, en forma de pequeñas prominencias del color de la piel. Son los denominados "acrocordones", pequeños colgajos de piel suaves, blandos y de color carne, o ligeramente oscuros. Aunque pueden verse en cualquier parte del cuerpo, más frecuentemente suelen encontrarse en sitios de pliegues cutáneos: en el cuello, las axilas, bajo los pechos o las ingles.
También se los conoce como "fibromas blandos". Por lo general son inofensivos, y desaparecen después del parto. Si no fuera así podríamos preguntar al especialista la posibilidad de extirparlos.
La mayor incidencia aparecen en mujeres post-menopáusicas o durante el embarazo y su etiología es desconocida. Los acrocordones consisten de fibras de colágeno y vasos sanguíneos que están rodeados por una delgada capa de piel.
En mi primer embarazo me salieron algunos pequeños en el cuello, y en este segundo embarazo me han salido en la parte baja de los pechos y la parte superior del abdomen, aunque también muy pequeños y afortunadamente nada molestos.
No se deben confundir con las verrugas genitales, que pueden ser síntoma de enfermedades graves y ante su aparición durante el embarazo se debe acudir inmediatamente al médico.
Debido a que no está clara la causa de estas verrugas o acrocordones durante el embarazo, no hay manera conocida para prevenirlos. Sin embargo, habremos de seguir su evolución por si aumentaran excesivamente de tamaño o nos molestaran, acudir al especialista.
Fuente: bebesymas.com
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